Pero lo que les quita el sueño es que nadie sabe cuándo ni dónde sobrevolará el próximo. Lo cierto es que en el top ten del menú, la situación de la región, y en particular de la Argentina, gana cada vez más espacio.
Justo unas semanas atrás, el BlackRock Investment Institute, liderado por Tom Donilon y perteneciente al megafondo BlackRock, actualizó su famoso “Geopolitical Risk Dashboard” y elevó la probabilidad de que recrudezcan dos de los diez riesgos geopolíticos que monitorean. Así del recálculo de riesgo el primero que se destaca es el de la política latinoamericana. Al respecto, desde la entidad reconocieron estar preocupados por el clima político en Brasil, además del deterioro de la situación económica como consecuencia de la incertidumbre que despiertan las elecciones de la Argentina o el empeoramiento de la crisis en Venezuela con factor negativo para el mercado mundial de petróleo y en sus países vecinos. Con respecto a la Argentina, cabe señalar que el informe de BlackRock Investment Institute le había bajado algunos decibeles al caso argentino porque fue evaluado antes del reperfilamiento y los controles cambiarios. Sin embargo, pese a ello sigue figurando en el menú de riesgos geopolíticos.
Justo días atrás, desde el grupo financiero suizo SYZ, el economista jefe Adrien Pichoud señaló respecto de sondeos que proyectan un triunfo de Cristina Kirchner sobre Mauricio Macri en los comicios de octubre, que esto despertó la preocupación de los inversores en lo relativo a la continuidad de la política económica y de las probabilidades de un default de la deuda pública. Esto se reflejó en la suba de los seguros contra default. Por su parte, Jean Jaques Durand, gestor del fondo de deuda emergente en Edmond de Rothschild se mostró más optimista. Si bien reconoció que no esperaban semejante reacción de los mercados tras las PASO. Es más, consideraban una oportunidad de compra si la oposición ganaba en las PASO porque pensaban que los activos argentinos ya habían sido muy castigados en 2018 y presentaban valoraciones atractivas en el contexto de una cierta continuidad de las políticas y de un mayor apoyo del FMI. Pero el único impedimento para tener una mayor exposición fue que la Argentina seguía siendo una de las mayores posiciones en la mayoría de los fondos de deuda emergente. De todos modos, piensan que una presidencia de Alberto Fernández no tendrá nada que ver con el último mandato de Cristina Kirchner, marcado por políticas dogmáticas e intervencionistas, unidas a un aislacionismo. Destaca que Alberto Fernández mostró en el pasado más pragmatismo hacia las políticas económicas. Respecto de Cristina de Kirchner, cree que como vicepresidenta desempeñará un papel mucho más pasivo. En este sentido, creen que existe una probabilidad muy alta de que las nuevas administraciones se mantengan en el marco de un programa renegociado del FMI.
Volviendo al mapa de riesgo de BlackRock, el otro de los acontecimientos geopolíticos donde ve ahora más riesgo que en el pasado es el que se refiere a las tensiones en el Golfo, con el impacto que las sanciones a Irán puedan tener en el precio del petróleo y
las complicadas relaciones que mantienen EE.UU. y Arabia Saudita. Además, aunque la gestora reconoce que el impacto de los riesgos geopolíticos en mercados ha sido históricamente a corto plazo reconoce que éste puede alargarse en el tiempo en un contexto de desaceleración económica, ya que aumenta la sensibilidad del inversor hacia dichos acontecimientos.
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