El objetivo de Cambiemos y del peronismo, tanto de los justicialistas que responden a los gobernadores como de los cristinistas, es sacarse de encima este asunto, que por la magnitud de las movilizaciones callejeras en algún momento pareció salírseles de las manos a todos.
Según la redacción sancionada en Diputados, que el Senado convalidará sin cambios en la sesión convocada para hoy a las 14, el presupuesto del Estado nacional del corriente año para los distintos planes alimentarios y nutricionales pasará de los $ 20 mil vigentes a $ 30 mil millones.
Esto significa un alza del 50 por ciento, establecida en el artículo 4° del proyecto, que en su artículo 1°, a su vez, estira la vigencia hasta el año 2022 de la Emergencia Alimentaria.
Esta herramienta le permite al Ejecutivo agilizar los procesos administrativos (compras por contratación directa y no por licitación) y cambiar el destino de dineros públicos del Presupuesto (reasignación de partidas), en este caso sobre programas del Ministerio de Desarrollo Social.
Es decir que si Alberto Fernández resulta elegido presidente, su jefe de Gabinete podrá reasignar estas partidas tal como lo ha venido haciendo Marcos Peña.
El jefe de Gabinete podrá actualizar trimestralmente las partidas, tomando como “referencias mínimas” el aumento de la variación porcentual del rubro ‘’alimentos y bebidas no alcohólicas’’ del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la variación de la canasta básica alimentaria del Indec.
El Presupuesto 2019 estableció unos 12 mil millones de pesos para programas alimentarios y nutricionales. El Gobierno aumentó esas partidas a 20 mil millones. El aumento del 50 por ciento (10 mil millones) no será gasto nuevo, porque el Ejecutivo puede reasignar partidas que aún no se han ejecutado.
Por eso la ley le conviene a la oposición y el oficialismo la acompañó: en Diputados salió por unanimidad, 222 votos afirmativo, 0 negativos y la abstención de la trotskista Mónica Schlottahuer, quien señaló que la ley son «migajas para el pueblo».
Otros temas
El otro proyecto del temario será la autorización para la salida del país de tropas argentinas y el ingreso al territorio nacional de tropas extranjeras «para la realización de
ejercicios combinados estipulados», una formalidad que debe pasar por el Congreso cada año.
«Creemos que puede ser una sesión de dos, tres horas», calculó un senador opositor en diálogo con Los Andes.
En los últimos días los senadores también conversaron sobre la posibilidad de debatir otro tema: el pliego de Marisa Graham como defensora del Niño de la Nación, pero quienes apoyan su postulación prefieren postergar una definición hasta por lo menos después de las elecciones del 27 de octubre.
El pliego de Graham es rechazado por algunos senadores celestes (no todos), que cuestionan su postura a favor del aborto legal.
El tratamiento del pliego tiene preferencia para la próxima sesión ordinaria del Senado, pero la de hoy será de carácter especial (es decir con un temario predefinido e inmodificable). De modo que no hay obligación de debatirlo.
El cargo de Defensor del Niño de la Nación existe por ley desde 2005, pero nunca fue cubierto. El miércoles 26 de junio pasado, tras un proceso de selección de dos años, la Cámara de Diputados aprobó el pliego de Graham, una abogada especialista en derecho de familia.
El lobby del sector antiabortista fue insuficiente para frenar la designación y la aprobación de Diputados. Pero para que Graham entre en funciones aún falta que el expediente sea convalidado en el recinto del Senado.
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