El monto total de la operación fue de 5.285.000 pesos, es decir que cada pistola costó 36.635, mientras que el valor de los cartuchos operativos fue de 1.005 y los de capacitación, 966.
La adquisición de este tipo de armamento no letal se da a casi tres meses de la reglamentación del uso de este tipo de implementos por parte del Gobierno.
En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó que en septiembre la Policía Federal Argentina (PSA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) comenzarán a usar las pistolas taser pero que no serán utilizadas en movilizaciones sociales.
“De ninguna manera esto es un arma para movilizaciones, ahí hay otro tipo de armas mucho más usadas, siempre no letales”, afirmó la ministra Bullrich este lunes en declaraciones a la prensa, luego de participar junto al presidente Mauricio Macri de un acto en Casa Rosada en homenaje a los miembros de las fuerzas de seguridad caídos en cumplimiento del deber.
Bullrich destacó que las taser son una “gran incorporación” para “situaciones intermedias” en las que un arma de fuego sería “muy peligrosa”.
Desde su reglamentación a principio de mayo, las pistolas taser fueron rechazadas por referentes de los derechos humanos, como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; organismos como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; y la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), entre otros.
En un principio, especificó Bullrich, las taser serán usadas en aeropuertos y terminales de ferrocarril. Sin embargo, según la ministra, más adelante podrán ser usadas por fuerzas locales en lugares como hospitales, donde no se pueden usar armas de fuego.
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