“El 7 de marzo nos confirmaron la identidad del cuerpo de Daniel a través de los estudios de ADN e inmediatamente pedimos poder traer al continente sus restos. Nos dijeron que sí, así que esperamos que se pueda concretar este año”, detalló su hermana Alicia, de 58 años, en diálogo con Télam.
Hasta el momento, el caso de la familia Rodríguez es el único de entre los 90 soldados identificados que manifestó su voluntad de traer los restos para ser sepultados en el continente.
Mañana, Ada -otra de las hermanas del soldado correntino- y su sobrina Erika formarán parte del contingente de 248 argentinos que arribará a las islas para participar de una ceremonia de homenaje a los caídos en Darwin y dejar oficialmente inauguradas las lápidas de los 90 soldados identificados.
Luego de casi 36 años de espera, las seis hermanas del excombatiente solicitaron que sus restos regresen a su Santo Tomé natal, “porque tiene que descansar en su pueblo”.
Alicia relató cómo vivieron ese 7 de marzo, el momento que tanto anhelaron por más de tres décadas.
“Estábamos en mi casa de Florencio Varela todas las hermanas, menos Norma que vive en Santo Tomé, esperando la noticia. Cuando nos confirmaron que lo encontraron, nos abrazamos mucho y recién ahora podemos hacer el duelo”, expresó.
La familia Rodríguez ahora tiene la certeza, la confirmación oficial, de que la tumba de Daniel está ubicada en el primer lugar de la tercera fila del cementerio.
Daniel -único hijo varón de Julia Guillén y Hermenegildo Rodríguez- “era un poco remolón para el estudio, pero jugaba muy bien al fútbol, era un goleador” y le gustaba escuchar especialmente León Gieco y su emblemática canción “Sólo le pido a Dios”, lo recuerdan hoy sus hermanas.
A los 16 años, emigró a Buenos Aires desde su Santo Tomé natal en busca de trabajo y se instaló con tres hermanas en una casa en Quilmes, donde empezó a trabajar en la metalúrgica Heredia, que cerró sus puertas hace varios años.
“Cuando comunicó en su trabajo que había sido convocado para Malvinas, su jefe le dijo que a su regreso, su puesto lo estaría esperando”, cuenta Alicia y recuerda que el día que avisaron a la fábrica que Daniel había muerto en la guerra -el 7 de junio en el monte Dos Hermanas- “cerraron sus puertas en señal de duelo”.
Cada 2 de abril, Daniel Andrés Rodríguez es reconocido con honores en la localidad Santo Tomé, a 390 kilómetros al noreste de la capital correntina, y desde 2005 la escuela primaria del paraje Atalaya, a la que había asistido en su niñez y también una calle del barrio San Martín, llevan su nombre.
“Todos sentimos un gran orgullo por todos los homenajes, pero nada es comparable con el dolor que sentimos por perder a nuestro hermano, el único hijo varón de nuestra familia”, dice y se emociona Norma, la única hermana que reside en la localidad correntina a donde quieren que descansen sus restos.
Las provincias de Corrientes y Chaco fueron de los distritos que más combatientes enviaron a la guerra de Malvinas.
Comments